Mas la verdadera educación se propone la formación de la persona humana en orden a su fin último y al bien de las sociedades, de las que el hombre es miembro y en cuyas responsabilidades tomará parte una vez llegado a la adolescencia.” (CONCILIO VATICANO II, GE, 1). “La presencia de la Iglesia en la tarea de la enseñanza se manifiesta, sobre todo, por la escuela católica… Su nota distintiva es crear un ambiente de la comunidad escolar animado por el espíritu evangélico de libertad y de caridad … de suerte que quede iluminado por la fe el conocimiento que los alumnos van adquiriendo del mundo, de la vida y del hombre.” (CONCILIO VATICANO II, GE, 8). “Toda la enseñanza y acción educativa de un centro escolar católico ha de estar de acuerdo con la doctrina del magisterio de la Iglesia, tanto en lo que se refiere a la fe, como a la moral y vida cristiana. “III Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, 1980).
1. Naturaleza y Propósitos:
• La FUNDACIÓN DIOCESANA DE ENSEÑANZA “SANTA MARÍA DE LA VICTORIA” es una institución jurídicamente constituida para ejercer, dentro del ámbito territorial de la diócesis de Málaga y de acuerdo con sus propios estatutos, los derechos de la Iglesia en materia de enseñanza y colaborar con los padres en su tarea educacional.
• Tiene como finalidad específica la formación y educación cristiana de los alumnos de sus centros y la promoción y divulgación de los valores cristianos entre los miembros de las distintas comunidades educativas que la componen. Su labor debe ser entendida, pues, como un servicio a la sociedad, ejercido sin ánimo de lucro e integrado en el conjunto de la Pastoral de la Iglesia Diocesana.
• Como institución de la Iglesia, la Fundación “Santa María de la Victoria” subraya el carácter confesional de sus centros docentes y, en consonancia con ello, estima que el hecho religioso, como respuesta a los grandes interrogantes que el hombre se formula ante su ser y su destino último, es parte integrante de la formación total de la persona.
• Tanto los profesores como los padres de nuestros alumnos deben ser conscientes de este carácter irrenunciable de nuestros centros, a cuyo cumplimiento deben contribuir positivamente en la medida que a cada cual corresponda, según su función en la comunidad educativa.
• La Fundación Diocesana de Enseñanza concibe la educación como un proceso de formación integral dirigido a la autorrealización de la persona mediante la apertura a los demás y a lo trascendente, a fin de favorecer el desarrollo de una fe personal y comunitaria capaz de comprometer al alumno en la tarea de construir una sociedad más humana.
• La Fundación asume, como uno de sus principios rectores, el de la libertad de enseñanza, entendida, en primer lugar, como defensa de la identidad cristiana de sus centros y, en segundo lugar, como libertad de opción de los padres respecto a la educación de sus hijos.
2. La Educación:
• Educar es, además de desarrollar las facultades intelectuales del alumno mediante la transmisión y elaboración de conocimientos, transmitir y posibilitar una experiencia personal que acreciente su sentido de los valores y genere en él actitudes que conduzcan a la acción. Valores y actitudes que serán inculcados en el contexto de una concepción cristiana del ser humano.
• Ello quiere decir que en el centro mismo de la actividad educativa debe estar la persona en lo más auténtico de sí misma, esto es, como sujeto activo de su propia formación, valiosa antes que nada por la índole e intensidad de sus motivaciones, capaz de una actitud crítica y liberadora, sensible ante cualquier forma de deshumanización presente en la sociedad, que adopta como ideal de realización personal el servicio a los demás.
• Para ello, la Fundación Diocesana de Enseñanza favorece el ejercicio de la libertad responsable, de manera que haga posible la formación de una conciencia solidaria, inspirada en los valores del Evangelio, en un ideal de amor y de justicia que promueva la transformación de la sociedad.
3. Objetivos:
• Como objetivos educacionales, la Fundación busca el desarrollo de los aspectos tanto físicos, como intelectuales, religiosos, morales, humanistas, artísticos y técnicos de sus alumnos y el logro de una madurez afectiva en armonía con ese desarrollo aptitudinal, todo ello desde la perspectiva de un humanismo cristiano que permita al alumno descubrir la dimensión trascendente de la existencia humana; le lleve a un mejor conocimiento de Jesucristo y de su mensaje; intensifique y amplíe su vivencia de la fe, en el seno de la Iglesia; estimule su proceso de maduración en orden al compromiso consigo mismo y con los demás, en conformidad con las exigencias de la moral cristiana.
• Entre los valores que se pretende suscitar, adquieren prioridad los siguientes:
◦ Autenticidad para aceptar la verdad propia y la de todos, y para vivir la propia vida en coherencia con los valores descubiertos.
◦ Amor como servicio gratuito y universal, manifestado en la aceptación de toda persona humana con sus valores y defectos y en el compromiso con la justicia.
◦ Libertad entendida como capacidad de elección reflexiva y crítica, fundamentada en el amor, y como predisposición para descubrir el significado a la vida y buscar nuevos valores, actitudes y comportamientos.
◦ Solidaridad, no como simple asimilación teórica del principio de la fraternidad, sino como hábito en el gesto solidario, lo que implica, como ideal, ir más allá de la mera compasión y simpatía por personas o grupos, hasta la identificación y participación en acciones de servicio orientadas al desarrollo humano de los demás.
• De acuerdo con esto, la Fundación se compromete a crear un clima educativo que: 1. Favorezca la confianza recíproca, el respeto a la dignidad, y a los derechos humanos, la atención personal a los alumnos, la capacidad de escucha y diálogo; 2. Desarrolle la capacidad creadora de los alumnos hasta el máximo de su potencialidad, en orden a fortalecer su personalidad con una sincera disposición a ofrecer en todo momento lo mejor de sí mismo; 3. Favorezca la integración familia-centro, de manera que posibilite una fluida y espontánea colaboración mutua en la labor educativa; 4. Atienda y desarrolle los aspectos comunitarios de la persona, su capacidad de comunicación y de trabajo en equipo.
4. La Comunidad Educativa:
La Fundación plasmará en la realidad estos ideales a través de sus propios centros, concebidos como:
• Una comunidad de servicio a la persona y a la sociedad, en permanente interacción con el medio cultural en que estén situados.
• El proyecto educativo de cada uno de los centros se inspira en una concepción cristiana del hombre y del mundo, e intenta ofrecer unas opciones de sentido y unos valores vivenciados en común, como comunidad abierta, viva, alegre, que celebra la fe.
• La comunidad educativa que constituye cada centro está integrada por alumnos, padres, profesores y personal no docente; y, en ella, la autoridad debe ser entendida como servicio, siempre atenta a la realidad concreta en que se desenvuelven los alumnos y, en general, las familias, a fin de hacer posible, con el esfuerzo y la colaboración de todos, la realización del presente ideario.
5. El Profesorado:
• El profesorado constituye el cauce más decisivo con que cuenta la Fundación para el cumplimiento de sus propios fines en el campo de la Educación. Por el hecho mismo de su incorporación a cualquiera de sus centros, el profesor acepta el presente ideario y se compromete, no sólo a respetarlo y acatarlo, sino a realizarlo en la tarea educativa de cada día.
• El profesor debe considerarse a sí mismo, no sólo como mero transmisor de conocimientos, sino como un auténtico educador capaz de suscitar en los alumnos un proceso de aprendizaje que:
◦ Se nutra de la vida misma del alumno, como interpretación de la propia experiencia;
◦ Despierte el amor y el gusto por la contemplación de cuanto le rodea;
◦ Facilite la expresión de su propia afectividad y desarrolle la sensibilidad artística;
◦ Estimule el conocimiento de la realidad y aliente su sentido crítico como autodefensa frente a todo dogmatismo;
◦ Conceda más importancia a la adquisición de métodos de trabajo que a la simple memorización de datos;
◦ Predisponga para un buen desempeño de la futura profesión;
◦ No imparta enseñanzas de fe o de moral que contradigan la doctrina de la Iglesia.
6. Los Padres:
• Al optar libremente por los centros educativos de la Fundación, los padres aceptan y acatan el presente ideario, comprometiéndose a cumplirlo y realizarlo, manteniendo una estrecha colaboración con los profesores en la tarea educativa de sus hijos, y participando activamente en la vida de los centros a través de los órganos legalmente establecidos.
7. Corresponsabilidad y comunión:
La Fundación Diocesana de Enseñanza “Santa María de la Victoria” pretende:
• Crear en cada centro una auténtica comunidad educativa cimentada en la participación y corresponsabilidad, en la que se capacite al alumno para asumir sus responsabilidades en la vida social y política, de manera que, en ella prevalezca una valoración de la persona, fundada en lo que es y no en lo que tiene o produce.
• Atender la realidad concreta de cada alumno mediante el diálogo interpersonal y las tutorías.
• Promover su participación en actividades diversas que faciliten el logro de la educación integral.
• Ofrecer, en fin, a la sociedad una educación cristiana, claramente inspirada en un sentimiento trascendente de la vida y en los principios de la doctrina y la moral católicas. De acuerdo con este propósito, proporcionará a sus alumnos posibilidades de participar en vivencias comunitarias de la fe que, unidas a una adecuada instrucción, les capaciten para realizar una opción personal de carácter religioso desde la reflexión y la responsabilidad.
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